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Alaíde Foppa, Guatemala, 1914
Oración
Dame, señor
un silencio profundo
y un denso velo
sobre la mirada.
Así seré un mundo
cerrado:
una isla oscura;
cavaré en mí misma dolorosamente
como en tierra dura.
Y cuando me haya desangrado
ágil y clara será mi vida.
Entonces, como río sonoro y transparente,
fluirá libremente
el canto encarcelado.
El corazón
Dicen que es del tamaño
de mi puño cerrado.
Pequeño, entonces,
pero basta
para poner en marcha
todo ésto.
Es un obrero
que trabaja bien
aunque anhele el descanso,
y es un prisionero
que espera vagamente
escaparse.
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