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Alfredo Vincenzi, Costa Rica, 1928
Juego de amor
Deslizaste en tu mesa la baraja
al tiempo en que burlona sonreías,
presintiendo al instante que tenias
en amores y en juego la ventaja.
Con brillo alucinante de navaja
tus cartas se mezclaban con las mías;
y luego, desdeñosa, repartías
esa noche los naipes en voz baja...
¡Eras una moderna pitonisa!
Y al ganar aquel juego finalmente,
ofrendaste a mi espíritu mundano
la gracia de tu frívola sonrisa,
al tiempo en que mostrabas trivialmente
el as de corazones en la mano.
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