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Amparo Osorio, Colombia
En un sitio del tiempo
No me mata el olvido
con su forma de nave a la deriva
ni ese color brumoso de las alas
con que se viste la ausencia
Sé que hay un bumerang
viento que viene
viento que va y que nunca se detiene
oleaje interminable
Y volveré como los viejos pájaros
cuando ya nadie pueda
ni atraparme ni herirme
en pleno vuelo
Estación profética
Crepúsculos ajenos
destinos vanos
presentes irreales
¡Desperdicio!
Nada pueden mis ojos cambiar.
Ni las palabras dichas o calladas
ni el rostro de la muerte
inventariado en los pliegues de la sombra.
Olvidos. Cientos de olvidos
y húmedas crisálidas
–guardianas de las tumbas–
avanzan a pesar de mi sollozo.
Se cumplen los relojes
con su cuota de espanto.
Resurección
Caminaré de nuevo.
Levantaré las ruinas de mi casa
y las ruinas de mi corazón.
Me vestiré de alas y de soles
de presencias amadas.
Hallaré en otros labios
aguas para mi sed
y en otros ojos
prolongaré caminos.
Yo signada de viento
desafiando conjuros...
ceñiré nuevamente mi relámpago.
Confrontación
Basta un segundo en la huída
cuando chocan los cuerpos
y se fuga la espera
para mirar el impensado
el indeseado
rostro verdadero
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