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Ana Aridjis, México, 1966
Sentido opuesto
Vive en las zonas más cercanas
el rostro de otro
el opuesto sentido
que vislumbra las notas más altas,
ansias de mirar lo diferente como tuyo,
de hacerlo propio
una nota de música
que aborda
suavemente el oído
del que canta por el camino.
El pasado
Quién apoya la memoria
herida de nostalgia
para repetir el nombre
de los pies que se dirigen
al mismo punto.
Cómo olvidar
que no han caminado.
Estáticos acariacian el eco
sin tiempo de los náufragos.
En el portal
El hombre del violín
se acerca a la mesa.
Despacio su arco toca las cuerdas.
Prisionera en la alcancía
su pasión se inquieta.
Me pregunto si en algún anochecer
podré mirar a través de su ranura
sensaciones parecidas
a este viento que se aleja.
Constante
Nunca sabremos
por qué hay algo extraño
en la vida que nos hace
volver los ojos
con melancolía
como si la fortuna
fuera una palabra
volátil de los labios
como si el viento
fuera el toque final
de su alborada.
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