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Antonio Bou, Puerto Rico
Once y siete
De estas meditaciones que me recibo
A través de tus cautos mensajeros
Deduzco que el amor
Como sábana inmensa para esta grande cama
Nos cubre algunas veces
Otras, que nos abriga
Contra el terrible fuego de las primeras luces
Otras, que compone una trampa que no entiendo
Ni entiendes, que se escuda
Tras la belleza no redescubierta de esa
Sonrisa tuya que no olvido.
Mudamos tantos, damos en tornadizos
volteamos definitivos, tomamos
Enamorados otro giro, ellos, tú y este yo
Que fiel te huye y mela con recónditas dulzuras
Que nacieron en ti...
Mientras, juega a las cartas
que nunca terminan solitario.
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