|  |  | Antonio Alcalá Galiano,   España, 1789
 
 
 En el salón dorado...
 
 En el salón dorado resplandece
 en tiesto lindo de soberbia china,
 rica en gala y olor, flor peregrina
 que al pasmo universal su dueño ofrece.
 
 Y allá distante pobrecilla crece
 en el prado que el sol claro ilumina
 entre la hierba inculta y tosca espina,
 bella aunque humilde flor que el aire mece.
 
 Laura, del salón regio que admiramos
 en hora buena gocen los primores,
 pues suyos son sus opulentos amos.
 
 Pero amemos al prado con sus flores
 si nuestro fue y entre ellos nos criamos
 gozando sus perfumes y colores.
 
 
 
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