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Arturo Cadilla, Puerto Rico
Todas las gracias...
Todas las gracias de mujer inquieta
se juntaron en ti para adornarte;
y tal es tu presencia, que al cantarte
no sólo es necesario ser poeta
para mirarte con visión de esteta;
si no que es menester, al contemplarte,
tener la bella concepción del Arte
que idealice el perfil de tu silueta.
Mujer que tienes resplandor de gloria;
fuiste tal vez en la pasada historia
santa o princesa de otra tierra un día;
en tu cabello que onduloso peina
hay remedos antiguos de una reina…
¡Y en tu cara hay bellezas de María!
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