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Arturo Cabrera Calvo, Cuba, 1953
Volvieron las palomas
Escucho las palomas. ¡No se han ido!
que alegre fue el gorjeo del regreso,
las alas se endulzaron con un beso
y todo el aire fue un olor a nido.
La vida se apretó bajo el latido
del amor, entre la espera preso,
el tiempo descendió, bajo su peso
se escuchó el grito de un recién nacido.
Volvieron las palomas, enseguida
tornaron a enmendarse las rupturas,
en mi interior un aleteo de vida
pasó sin detenerse en mis barrancas.
Hay alas que después de ser oscuras
el aire las devuelve en alas blancas.
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