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Asdrúbal Villalobos, Costa Rica
La viejecita
Fuma que fuma vienes, mi viejecita,
y lentamente avanzas en el camino,
sin preocuparte acaso del desatino
que tendrá por tu ausencia la nietecita.
No dejes que padezca la pobrecita
los temores que tiene del campesino,
que en las noches pasadas, ebrio de vino,
ofreció arrebatarle la muñequita.
Apresura ese paso por el sendero
que conduce a tu pueblo; ya se marchita
la tarde gris, y viene como un plumero
descendiendo la noche sobre la ermita.
Mira que está la niña bajo el alero
esperando el regreso de su abuelita.
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