|  |  | Asunta Limpias de Parada,   Bolivia
 
 
 Para mi tierra
 
 No hay luz como la luz del alba
 que aparece veloz desde la pampa,
 con trinos y fragancia de tajibos,
 chirriar de carretones y silbidos...
 
 Jía, jía... la voz del carretero
 café caliente con ”tacho” de hojalata;
 lo saluda ladrando el perro overo
 y un sabor de amasijos en el horno.
 
 ¡Mi tierra! Que aguanta Las pisadas
 con zapato y también con pies descalzos;
 es linda perfumada como pocas
 generosa y fiel, con quien la toca.
 
 Mi cielo, que es el cielo de Bolivia
 nadie puede impedir que yo lo admire;
 mi Dios es la vida que vivimos;
 laborando, cantando, hasta llorando...
 
 
 
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