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Belén Reyes, España, 1964
Mi boca es una herida
Sucede que mi boca es una herida
Los ojos de las monjas son medallas.
Mirando al mar de espaldas a la vida.
La espuma es una novia destrozada.
Sucede que es muy tarde para todo
Los niños saben cosas y se callan
Mirar el mar sin ti, me da tristeza.
Soy la costra de un sueño, si me levanto sangro.
Sucede que me duele aquí, en la tinta.
La radio tiene manos y te abraza.
Tengo que irme ya, me necesito.
Copular con la luz de sombras me embaraza.
A Gloria Fuertes
Gloria Fuertes que estás en los cielos
con el Dios del anciano del parque,
con el Dios que tejiste en tus versos…
con el dios que te hizo payaso
Gloria Fuertes que estás en los cielos…
Gloria Fuertes que estás en los niños
en los hombres y mujeres del pueblo.
Gloria Fuertes que un mes de noviembre
te escapaste sin boli y cuaderno.
Gloria Fuertes que estás donde Philips
donde Chelo, Asunción y otros muertos
Gloria Fuertes que ya sabes todo
lo que pasa después del silencio.
Gloria Fuertes que estás en mi vida
te has llevado un buen trozo del pecho.
Gloria Fuertes que estás donde sea,
no me basta la voz del recuerdo…
Yo te quiero en tu casa y tus cosas
con un whisky, un pitillo y un verso.
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