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Carlos Barbarito, Argentina, 1955
¿Cómo es ahora el mar?
¿Cómo es ahora el mar?
¿Y el salto del delfín?
¿Y el niño afiebrado,
el miedo a las arañas, la carcoma,
la piel de la culebra, la mujer desnuda
frente a la mujer vestida que la contempla?
Hay un terreno vacío
donde hubo mediodía y una casa.
No todo lodo viene...
No todo lodo viene de la lluvia
ni toda desnudez supone deseo.
Una sombra no significa presencia de luz.
La luz se rompe cuando parece más fuerte.
¿De qué lado sopla el viento
cuando alguien pisa las hojas secas
y no se entristece por ellas?
Hummingbird
Forma que adopta un pensamiento,
madera de sueño, vida ingrávida;
al alcance de la mano, siempre lejos,
entre las ramas del árbol plantado
y, en el aire blanco y denso, una mancha.
Señal de que el mundo aún es próspero,
húmedo, mágico, que en la grave música
se cuela un tono menor, infancia
en cuanto se repliega y mengua:
nunca inmóvil, ágil, tras el perfume,
metáfora que cambia y permanece.
¿Quién muere ahora y quién llora?
¿Quién sabe de lo que se hunde en la tierra
o asciende al cielo sino ése?
Ése que, sin artificio, todo vértebras y plumas,
hace del eterno adiós su viento y una casa.
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