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Carlos de la Púa, Argentina, 1898
Floreo
La catriela que engrupe mi persona
es la flor de un comboy de fúlería
que luce con tecor su compadrona
silueta remanyada en la avería.
Bate cana la pilcha fulerina,
su floreado vestido de percal,
que prefiere el laboro de matina
a la curda nocturna del Pigal.
Y es milonga de ley. Cuando camina
parece que siguiera el tango
aquél escuchando de paso en una esquina
o en un disco gastado de Gardel.
Los malevos, los guapos, los corridos,
los táuras de abolengo en el reaje
le baten sus piropos preferidos,
recuerdo de otros tiempos de coraje.
Y la viola armoniosa de cantor,
adornada con cintas por cariño
luce entre todas una, la mejor
la que usaba mi mina en el corpiño.
Por mujer, por de línea, por canchera,
por hermosa, por gaucha y por bonita,
va mi rima de zurda, ¡flor canera!
a su negra melena compadrita.
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