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Carlos Fojo Hermida, Estados Unidos
Soneto de mis sueños
Te recuerdo, mujer, en la hora aquella
en que te comparé con una rosa,
aunque yo sé que fuiste más hermosa
porque además de rosa fuiste estrella.
Aún recuerdo tu cuerpo –casi nieve–
que se entibió una noche de verano,
cuando sentiste el roce de mi mano
y me entregaste un sueño dulce y breve.
Y se entristece el corazón huraño,
que trata de olvidar juegos prohibidos,
al sentirse pastor ante un rebaño
–el rebaño de sueños ya vividos–
que se me acerca para hacerme daño
desde el fondo de todos los olvidos.
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