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Carlos de la Coba Machicao, Cuba
Tan alto vuelas...
Tan alto vuelas, pájaro canario,
que se pierde de vista ya tu vuelo,
cual águila caudal que sube al cielo
a buscar su remedio en su contrario.
Tú, que con su nuevo estilo extraordinario
tu fama extiendes por el ancho suelo,
cantando la prisión y desconsuelo
del divino Pastor, santo vicario;
baja del alto alcázar de Helicona
donde tu claro ingenio te ha subido
a esta fragilidad nuestra ordinaria:
y ceñirán tus sienes la corona
del lauro bello sin razón cogido,
que te ofrece tu madre Gran Canaria.
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