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Carlos Pegudo Valdés, Cuba
De esbeltez singular...
De esbeltez singular, barbilampiño,
delgado y de cabello algo castaño
pero amante del bien, no le hago daño
al hombre en la vejez, ni cuando niño.
Es muy contada la ocasión que riño
pues no tiene mi genio nada huraño
y tarde, a mi pesar, me desengaño
que vio la luz mi abuelo junto al Miño.
Yo la sopa conquisto cuando empuño
el mango de la pluma con empeño
y muchas veces a la suerte gruño.
Si un inglés me visita de mal ceño
entonces, solo entonces refunfuño
por el colmillo escupo y me desgreño.
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