|
|
Carmen Conde Abellán, España, 1907
Parto de la muerte otra
Para nacerte otra vez, quiero que vayas delante
de mis pasos por la tierra,
que, aunque pequeña, es muy grande.
Aquí estás acompañada con mi presencia diaria,
pero huérfana de ti yo sería, si quedaras.
Por esto quiero que andes, pasito a pasito paso,
delante y siempre delante, sin prisas y sin descanso.
Así, cuando yo me asome al otro lado de aquí,
estarás tú preparada para volverme a parir.
Encuentro
¡Gloria de tu hallazgo!
Bautismo inicial de la primavera
en oleaje de pájaros.
Se movieron las selvas inefables.
Se deshizo el otoño de sus plumas
cubriendo inviernos cándidos.
Venías tú, gentil criatura,
desnudando los ríos a tu paso.
Ausencia del amante
He vuelto por el camino sin yerba.
Voy al río en busca de mi sombra.
Qué soledad sellada de luna fría.
Qué soledad de agua sin sirenas rojas.
Qué soledad de pinos ácidos, errantes…
Voy a recoger mis ojos
abandonados en la orilla.
|
|
|