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Claudio Barrera, Honduras, 1912
El Retorno del Padre
Hoy vendra mi padre!
La casa estara mas hermosa que nunca
Mas brillante el cielo,
y el pan de la mesa, mas dulce y mas bueno.
En el horizonte, las cintas azules
caeran sobre el monte
Y, aunque traiga las manos vacias,
besaremos sus manos cansadas
de golpes amargos que brinda la vida.
Todos en la casa no diremos nada!
El hogar estara luminoso ese dia!
No hay resentimiento para un dolor grande
que ya en el ocaso se torna alegria
Porque el llanto que nuble sus ojos
sera de alegria.
Y aunque venga solo!
Y aunque venga triste!
Arrastrando las huellas amargas de sus agonias,
sin decirle nada;
sin una palabra que fuera un reproche...
Llenaremos de besos sus manos vacias!
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