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Claudio Gutiérrez, Costa Rica
Ocaso
Junto al Ródano
miro hacia el suroeste:
allá están mis hijos
pero su sol
luce fuerte en el cenit
y el mío se abate hacia el ocaso.
Espacio y tiempo
Me gustás ahí sentada
silenciosa e inmóvil
parte de mi vida
espacio mío envolvente
tiempo detenido que acaricio.
–Señora, quedémonos aquí.
Erijamos dos tiendas, una para Vos
y otra para Moisés y Elías–
Pero suena el teléfono otra vez
y vuelve a recordarme ingrato
que formás parte también
de muchas otras vidas.
Hendijas
Las cosas que perdemos
nos acompañan siempre
en los vacíos que dejan;
las que nunca tuvimos,
nos miran a hurtadillas
por las hendijas
y sonríen traviesas.
Cada Día
Cada día, al despertar,
encuentro mis ojos y mis manos
esperándome.
Cada día
sonidos y colores
salen a recibirme,
impecables.
Las fibras de los músculos
me reconocen
–canes que huelen a su dueño
a distancia–
y se flexan, transparentes,
ante la orden amorosa
de la primera caricia.
Cada día
las cuerdas vocales me obedecen
–instrumentos musicales–
cuando saludo a mi amada
con un beso
y un "buenos días".
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