Demetrio Korsi,   Panamá, 1899


Nunca mía

Soñé que en las instancias de mi ruego
tu amor me prometiste enamorada,
y al brillo de la luz de tu mirada
para siempre quedé tu esclavo ciego.

Al estrecharte entre mis brazos luego
hiciste alarde de la fe jurada,
y con tu boca ardiente y perfumada
me contagiaste tu pasión de fuego.

Mas todo era un engaño torturante,
vana ilusión que vio mi fantasía
en ese paraíso de un instante:

¡Porque lejos de mí, ceñuda y fría,
llenas de hiel mi corazón amante
siendo de todos, pero nunca mía....!


Otoño Soy

Este otoño que en ser galante insiste,
este otoño angustiado de promesas,
quiere alegrarse y sin embargo es triste
y me engaña otra vez cuando me besas.

Este otoño es cruel, verja florida,
por dentro es sombra, vencimiento, nada.
Su última rosa morirá afligida,
si no tiene el calor de tu mirada.

Y pues yo soy otoño, ven y toca
mi frente mustia, mi canción doliente;
tú, primavera y besos en mi boca;
yo, madrigal; yo, rosas en tu frente.

Otoño, ya llegaste, y me venciste
con tus anacreónticas promesas.
Otoño soy también, otoño triste,
pero menos otoño si me besas...


 
A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z

Página Principal       Spanish Poetry