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Demetrio Herrera Sevillano, Panamá, 1902
En La Esquina
Trémula ramita,
rítmico vaivén,
la hija del obrero
va para el taller.
Olvidó el colegio
por necesidad:
peligra la madre,
pequeño salario
devenga el papá.
Por los arrabales,
tronchador de sueños,
al Destino siempre
pasearse vi.
La hija del obrero...
en el labio, brasa;
en la ceja, hollín.
Trozo
Techo,
sombrero de zinc,
para el flamante palacio.
Se lo coloca el obrero.
Un sol capataz fustiga
el ángulo de su cuerpo.
(¡No te yergas..., no te yergas,
que vas a romper el cielo!)
¡Qué edificio...!
¡Si disfrutarlo pudiera
quien persistente lo hizo!
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