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Diogenes Arrieta, Colombia
En la media noche
Majestuosa la luna señorea
el ancho firmamento;
hermosos, rutilantes como soles
alumbran los luceros.
Las nubes cuelgan de los altos montes
un misterioso velo;
las copas de los árboles se mecen
con tardo movimiento.
Escúchanse á distancia los latidos
del vigilante perro,
fiel centinela que del amo guarda
el descansado sueño.
Ninguna voz humana se percibe
en medio del silencio:
Las voces y el martillo del trabajo
también enmudecieron.
De una lámpara el rayo persistente
divisase allá lejos,
la lámpara del sabio que trabaja
y vela en el silencio.
Obrero de la ciencia que investigas
tantos hondos misterios,
tú que trabajas mientras todos duermen,
¡tú llegarás al puerto!
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