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Eduardo Berlioz Aceituno, Honduras, 1906
Bajo un pinar melódico
A tí, la más hermosa campesina
desde este pinar melódico de Honduras,
pido un poco de tu agua cristalina
para calmar humanas amarguras.
Vengo de la ciudad, y me domina
un cansancio que tú no te figuras,
un malestar de la ciudad dañina
da con sus artificios e imposturas.
De este campo feliz dame, oh aldeana,
leche y miel y tu amor de gente sana,
quiero vivir, entre tus cosas puras.
una vida sencilla y laboriosa;
y quiero que al morir se abra mi fosa
bajo un pinar melódico de Honduras.
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