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Eduardo Mitre, Bolivia, 1943
A la poesía
Persevera, persiste con nosotros
pese –ya ves– a la miseria
que hicimos de esta vida.
Aunque la errancia sea
tu única morada, y tu destino,
como el nuestro, un enigma.
Arco y flecha, arca de tiempo
con nuestra llama y ceniza,
no desistas, persevera,
que sólo al paso de tu voz
nos despiertan y bautizan
los nombres de esta tierra.
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