|
|
Eliseo Valverde Monge, Costa Rica, 1939
Juventud eterna
La vejez
no sabe improvisar;
el cuerpo
cambia.
Escapar
de nada vale,
el cambio
constante,
no avergüenza,
ni el atardecer
dará nostalgia.
Siga la vida,
el espíritu unido
al brillo matutino
del sol y,
por la noche,
las caricias de la luna...
Serán,
¡eterna juventud!
|
|
|