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Elsie Alvarado de Ricord, Panamá, 1928
Destino filial
Creció mi corazón con tu presencia
al acunarte en maternal anhelo:
un ala de ilusión para mi cielo,
y una raíz de terrenal potencia.
Chispa de la entrañable confidencia,
con nuevo aliento para el propio vuelo.
Segura gracia contra todo duelo,
germen de sol para la inteligencia.
La vocación de luz de tu mirada
derrama el día en mis absortas manos,
rige el itinerario de mi estrella.
Un mensaje de néctares humanos
alimenta tu sangre, destinada
a redimir mi fugitiva huella.
Estación de llegada
¿Dónde estás?
¿En qué climas amaneces
sin que te roce la ternura mía?
¿Llenas el calendario
sin reservar un cupo a la esperanza?
¿No germinó algún beso
entre los ascensores
por donde el alma sube hasta el deseo?
Aire imantado puebla las ciudades
que recorrimos juntos
hacia el adiós, que es siempre
la estación de llegada.
Tal vez he de morir sin reencontrarte.
Y mi palabra morirá conmigo.
Pero te he de esperar
hasta el último instante.
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