Enrique Banchs, Argentina, 1888 Sombra Si la muerte es final, total olvido, el alma, en ese sueño no sentido, nada es, pues no sabe que ha vivido; nada, pues de sí misma está vacía. O, acaso, sombra es de lo que ha sido, y en vena vana hay eco de un latido y oye caer en ilusorio oído hojas secas de extinta melodía. Sombra. Sombra de todo lo perdido, reflejo que por siempre ha recogido fugaz amor e instante de agonía, y por siempre, en el Tiempo detenido, sueña que es cierto su vivir mentido porque espera la muerte todavía. |