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Enrique Cazade, Cuba
Alma moruna
Voy a contarte mi origen: Yo soy hijo de un Rey Moro
para cuya curva daga nadie tuvo rebeldías,
que fue espléndido magnate derrochando su tesoro
y fue un hombre avaricioso para sus melancolías...
De su vida tormentosa supo hacer una leyenda,
y su alma mahometana supo convertirse en luces.
En ninguna parte nadie le hizo deshacer su tienda
ni a su pecho se atrevieron disparar sus arcabuces.
Sólo besó una creencia como un blanco crucifijo;
hacer grande la doliente alma enferma de su hijo,
hacerlo un héroe glorioso y un valiente como él...
¡Mas el hijo, árabe enfermo, aprendiendo sus lecciones,
supo dominar los hombres y conquistar las naciones,
y una noche llevó al padre amarrado a su corcel!
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