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Francisco Marrero Miranda, Puerto Rico
El roble
Arbol de corazón duro
y flores de terciopelo,
el roble se eleva al cielo
con elegancia y orgullo.
En el ambiente más puro
ofrece su grato aroma
que se esparce por la loma
como incienso al infinito
y en su ramaje bendito
juguetean las auroras.
Te amo ajena
Te amo sin poder amarte
como prenda en la vidriera
con ansias de poder robarte
pero el pudor no me deja.
Yo te sigo amando ajena
no te aflijas
mi amor es secreto sepulto
en mi tumba de quimeras.
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