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Gabriel Bocángel,   España, 1603 
  
Yo cantaré de amor
  
Yo cantaré de amor tan dulcemente 
el rato que me hurtare a sus dolores 
que el pecho que jamás sintió de amores 
empiece a confesar que amores siente.
  
Verá como no hay dicha permanente 
debajo de los cielos superiores, 
y que las dichas altas o menores 
imitan en el suelo su corriente.
  
Verá que, ni en amar, alguno alcanza 
firmeza (aunque la tenga en el tormento 
de idolatrar un mármol con belleza).
  
Porque, si todo amor es esperanza 
y la esperanza es vínculo del viento, 
¿quién puede amar seguro en su firmeza? 
  
 
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