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Gabriel Reyes,   Chile 
  
Después de todo
  
 
Porque dejo la vida detrás de sus pasos 
con el afán impetuoso de alcanzar su velo, 
aunque sólo su sombra consigo de un trazo 
en el intento, emocionado, me desvelo.
  
  
Despliego entonces mi arsenal secreto: 
odas de prístinas rimas y dulces latidos, 
pero a menudo emergen sólo mamotretos 
repletos de espanto y lúgubres gemidos.
  
  
Hasta cuándo el intento, que en afán construye 
la seducción ciega de tu candor, poesía, 
no me condenes al desencanto que destruye,
  
  
por el fatal intento de hacerte siempre mía. 
Más tú –novia indecisa– que del altar huyes, 
bien sabes que tras tus pasos, me pasaré la vida. 
  
 
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