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Gaspar Gil Polo,   España, 1530 
  
Quien libre está...
  
Quien libre está no viva descuidado, 
que en un instante puede estar cautivo, 
y el corazón helado y más esquivo 
tema de estar en llamas abrasado.
  
Con la alma del soberbio y elevado 
tan áspero es Amor y vengativo, 
que quien sin él presume de estar vivo, 
por él con muerte queda atormentado.
  
Amor, que a ser cautivo me condenas, 
Amor, que enciendes fuegos tan mortales, 
tú que mi vida afliges y maltratas:
  
maldigo desde ahora tus cadenas, 
tus llamas y tus flechas, con las cuales 
me prendes, me consumes y me matas. 
  
 
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