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Guillermo Núñez,   Puerto Rico, 1927 
  
Ella
  
Esa figura alta 
ya no canta; 
ahogó su cántico el tiempo, 
tiempo con cuerpo de cañas, 
cazador de corazones, 
mensajero de nostalgias. 
Ya no ríes 
con su sonrisa de playa 
entre sus dientes de conchas 
y mareas encantadas. 
Está sola, 
como se queda la noche 
allá por la madrugada. 
Sola, 
como la luz que se extingue 
en el fondo de la rada. 
Sola, 
como se mueren las almas 
que viven abandonadas…
  
Esa figura alta 
ya no canta, 
está callada, 
lejana, olvidada; 
esa figura, es 
la nada…
 
  
 
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