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Guillermo Eduardo Pilía,   Argentina, 1958 
  
Presagio de peste
  
La lluvia invernal, la primera, 
ha desquiciado el dulce letargo 
de la vida eremita, la certeza 
del fuego y las bodegas bien abastecidas, 
ha traído a los muros protectores 
del convento, la lepra de los años, 
el moho de los muertos embutidos 
tras las húmedas paredes. Un temor de peste 
clausura los ruinosos huertos, emigra 
el alma de la vieja iglesia.
  
Hacia el río y los confines 
de la tierra, qué triste corre 
sobre el cipresal el humo de las sábanas... 
  
 
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