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Gustavo García Saraví,   Argentina, 1920 
  
Belgrano
  
Entre lunas de barro y luz salada, 
entre voces de luto y amargura, 
descubriste de pronto la hermosura 
de una antigua paloma inmaculada;
  
de una rosa de vientos, desplegada 
como una anunciación de la aventura, 
como un arcángel, como la ternura,  
como una gloria azul inconquistada:
  
descubriste de pronto los colores, 
fe de la fe y amor de los amores. 
Un infinito corazón piadoso,
  
 
general de la pena y el desvelo,  
adelantado fundador del cielo,  
eternamente limpio y silencioso. 
  
 
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