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Ignacio G. Camus, España
Yo reniego de ti...
Yo reniego de ti, señor tirano,
que tienes en prisión mi pensamiento;
las catorce cadenas del tormento,
rotas quiero ponerlas en tu mano.
Son muy firmes tus garras de milano;
fijas tus zarpas en mi mente siento;
será tu misma ley el instrumento
con que lime tus garras el gusano.
Destrozadas están nueve cadenas;
diez van rotas con estas que disloco;
arriba, corazón, ya falta poco.
Como dueño soy ya de tus almenas,
soneto, mi señor, con gran respeto,
con tus propias cadenas te sujeto.
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