|
|
Ismael Cerna, Guatemala, 1856
Ante la tumba de Barrios
No vengo a tu sepulcro a escarnecerte,
no llega mi palabra vengadora
ni a la viuda, ni al huérfano que llora,
ni a los fríos despojos de la muerte.
Ya no puedes herir ni defenderte,
ya tu saña pasó, pasó tu hora;
solamente la historia tiene ahora
derecho a condenarte o absolverte.
Yo que de tu implacable tiranía
una víctima fui, yo que en mi encono
quisiera maldecirte todavía.
No olvido que en un instante en tu abandono
quisiste engrandecer la Patria mía.
Y en nombre de esa Patria te perdono.
|
|
|