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Jerónimo de Barrionuevo, España, 1587
Viña mía
Viña mía, yo mismo te he criado
plantando vides y podando flores,
para que en el abril de tus verdores
dieses envidia al más florido prado.
De mármol y alabastro te he cercado,
librándote de todos los rigores,
así de pasajeros robadores
como de golosina del ganado.
La tierra te mullí, podé sarmientos
dejándote las guías de provecho,
porque llevases frutos más opimos.
Desvaneciste todos mis intentos;
no sé qué pude hacer más de lo hecho,
cuando en labruscos vuelves los racimos.
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