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José Isaac de Diego Padró, Puerto Rico
Sancho Panza
Este pobre mortal de cada día,
estrecho en todo, menos en cintura,
lleva una flor de aguda picardía
completando su genio y su figura.
Consiste su idealismo y su alegría
en saber que la cena está segura,
y es la enana y mordaz filosofía
la que cuadra mejor a su estatura.
No hay gafas que se ajusten a su vista;
su condición, es mucho lo que dista
de Don Quijote, su señor y amigo...
Y es tan mezquina su mundana idea,
que hasta su propia inspiración voltea
sobre el punto de apoyo del ombligo.
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