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José Egido, España, 1932
British cementery
Señor, mira estos muertos extranjeros.
No son de nadie, nadie los reclama.
Nadie viene a buscar bajo una rama
un nombre, una ceniza, prisioneros.
Señor, si son del aire, al aire en cueros;
si son tuyos caliéntales la cama,
por bajo de sus huesos unallama,
quítales tanto frío y aguaceros.
Acuérdate Tú al menos de estos muertos,
parábolas del sol, ronda del viento,
luces ajadas por la noche. Humano
don de ser ya semillas de tus huertos,
rebanada de pan de tu sustento,
de ese amargo sustento cotidiano.
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