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José Gualberto Padilla, Puerto Rico
Este, que vate fue...
Este, que vate fue de numen rico
tanto allegado amenos y a tan pobre
que por lograr el mísero algún cobre,
hace en la sociedad papel de mico.
Pretende, cual la víbora este chico,
que entre sus labios la ponzoña sobre,
y el chiste inmundo, fétido y salobre
usa como en verano el abanico.
Un tiempo sus arpegios deliciosos
hacían Mas hoy, de su guitarrazos allegros
han llegado a tal punto en lo asquerosos
que repugna a los blancos y a los negros.
bailar la suegras y los suegros
las esposas también y los esposos.
El indio antillano
Agreste raza que el matiz lucía
del torso bronce en el desnudo cuello,
sobre el que grave la cabeza erguía
orlada en torno de áspero cabello;
la frente adusta, la expresión bravía,
negros los ojos de vivaz destello;
ancha la espalda, desenvuelto el busto,
pequeño el torso y ágil y robusto.
Blando en la condición y al trato esquivo.
Sobrio y frugal en el sustento diario,
en la campiña, labrador activo,
en el peligro, audaz y temerario,
en la vida exterior, rudo y altivo,
pero franco en su hogar y hospitalario.
Tal era el ser, que en nómada pandilla,
poblara un tiempo la feraz Antilla.
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