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José Mateos, España, 1963
Canción para terminar
Con tan poco como tienes
–acordes, palabras, signos–,
temblando a solas, ¿pretendes
que te hable el Dios prometido?
Mira el jilguero. No es nada:
miedo y plumas. Sin embargo,
escondido entre las ramas,
puede hacer que cante un árbol.
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