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José Luis Muñoz, España, 1961
No te perdono
Al mar venderé tus ojos
azules y jaraneros,
pues me adulan retrecheros
para eludir mis enojos.
¡Pensaste que los abrojos
de tus labios embusteros
servirían, por traicioneros,
para cumplir tus antojos!
Lo que dijiste aquel día
desgarró mi corazón
destapando mis heridas.
¡Me mentiste, amiga mía!,
y no me implores perdón...
que lo que quieres, olvidas.
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