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Juan Carlos Hidalgo, Perú
Ensueño
Muy tarde desperté del largo ensueño
que el mundo en su locura me imponía,
de alcanzar el respeto y nombradía
de ser profesional señor y dueño.
Andando este camino con empeño,
la esencia de mi espíritu perdía,
vistiendo realidad pues no sabia
que hay otra realidad llamada sueño.
Y así ya siendo inútil para el mundo,
echado al basural... palabra dura,
los títulos y nombres son basura,
y ancianidad despojo nauseabundo
que se arroja y se olvida en un segundo,
para dar paso a nueva nervadura.
Elena
Mi corazón no es libre ... encadenado
desde antes de nacer en este mundo,
vive para tu amor cada segundo,
compartiendo la gracia y el pecado.
Así lo he comprendido, y extasiado
te miro Elena mía y me confundo
contigo en un soñar dulce y profundo,
te miro amada mía... sueño amado.
Adoro la prisión que me condena
a estar unido a ti por esta vida,
y por la eternidad que nos convida
ya lejos del dolor y de la pena,
a una senda de amor mucho más plena
donde serás mi luz siempre encendida.
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