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Katty Araya Briceño, Chile, 1977
Mi alma yace rasgada...
Mi alma yace rasgada y adolorida
yerto e inerte, mi doliente despojo.
Heme arrancada a un lado de la vida,
cruel destino que me deja sin ojos.
¿Cómo te forjaré entre mi extinción?
Se tumban, en mi, entrañas desgastadas
¿Cómo tocaré leve respiración?
Hoy, solo soy substancias desangradas.
Desde hoy habito el monte de lo profundo.
Desgarrada, interna en el desperdicio,
lucho por salir de lo nauseabundo.
Retozar, saltar hasta el precipicio,
manar, volar desde lo moribundo.
Regresar y emerger desde el inicio.
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