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Lillian Hernández, Puerto Rico
Azul
Te temo como a todos los mares.
Tienes el azul concentrado en la mirada
y te viertes,
biselado y profundo,
solo para ahogarme.
¿Llorar por la muerte...?
¿Llorar por la muerte
o celebrar la vida?
¿Cómo elegir si el dolor se opone?
Si la muerte, segura y desconocida,
sorprende como el rayo.
Si, tan breve y silenciosa,
invade y fragmenta.
Y uno, que cree saber cuánto quiere,
se descubre en el enorme aprecio
al compañero, igual y distinto;
pero siempre roble.
Escribir para el insomnio
Escribir para des-vestir la voz
y sentenciar espacios,
escribir para incidir fríos y tiempos;
escribir para resolver la asfixia.
Escribir para desmorir en paz
y conciliar la nada.
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