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Luisa Muñoz del Valle, Cuba, 1906
Contraste
En tu boca, en tus ojos, en tus manos,
la vida contemplé
y dije entusiasmada: "Este es el cuerpo
que con vida más rica examiné".
A tu alma volviendo las pupilas,
asombrada quedé,
porque helada e inerte se encontraba...
¡Ni un átomo de vida! –murmuré–
y buscando la causa de su muerte,
que era un jardín, entonces observé;
mas, en este jardín casi desierto,
ni una planta de amor quedaba en pie.
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