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Luis Miguel Aguilar, México, 1956
Es todo lo que sé...
Es todo lo que sé. (Que es casi nada.)
Ella tenía una estrella entre los senos.
O así lo veía él, porque la amaba.
No se exigieron boletos en la entrada
pues cada uno andaba en su terreno.
Es todo lo que sé. (Que es casi nada.)
En una cama angosta ambos quemaban
su historia y el temor; o cuando menos
así lo creía él, porque la amaba.
Los dos sabían muy bien la pendejada
que es insistir en un amor del bueno;
es todo lo que sé. (Que es casi nada.)
Marzo moría otra vez; y ya se daban
café con leche mezclado con veneno.
O así lo sentía él, porque la amaba.
Supongamos que un día ella se enfada
y se borra la estrella de los senos.
¿Qué más saben los dos? ¿No queda nada?
Así se dolía él, porque la amaba.
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