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Manuel Dionisio González, Cuba
Cuando retorno...
Cuando retorno a mis nativos lares
tras larga ausencia, y sus contornos miro,
la risueña expresión de nuevo admiro
de sus verdes campiñas y palmares;
ornado de aguinaldos y azahares,
rico de pompa muéstrase el Capiro,
y su ambiente odorífico respiro
al eco de mis débiles cantares.
Estos instantes de emociones puras
que, al saludar mi patria en este día,
me recuerdan mis tiempo de venturas,
sean augurios del bien que mi alma ansía,
al deplorar pasadas amarguras
y el mal que agobia la existencia mía.
A una palma
Reina del campo, soberana diosa,
con cuanta majestad alzas la frente,
envidia dando a la plateada fuente,
al bosque, al llano y la pradera hermosa;
sobre tus pencas juegas deleitosa
el aura pura matinal, sonriente,
y la pristina luz del claro oriente,
derrámase en tu copa esplendorosa.
¡Bella y sublime creación del cielo,
que ostenta tu poder y lozanía
en los pensiles del cubano suelo!
Escucha grata de la lira mía
el débil canto que en mi ardiente anhelo
tributo a tu beldad y bizarría.
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