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Margarita Carrera, Guatemala, 1929
No pido sino...
No pido sino tu sola presencia
tu dorada voz
y la tierna caricia de tu mano.
No pido sino tu amor
la sangre y tu deseo
para mi tiempo.
A cambio yo para ti
como la planta para el rocío
la rama para el pájaro
la nube para el viento.
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